Ayurveda es literalmente el “conocimiento de la vida” (además de ser la primera medicina surgida, de la que derivaron todas las demás), nos aporta miles de recursos para vivir en equilibrio con la naturaleza y los cambios surgidos en el entorno. Según la visión del Ayurveda, todo en la naturaleza, incluido el ser humano, está formado por todos los elementos: éter, aire, fuego, agua y tierra, pero en diferentes proporciones. De estas proporciones, surgen las “fuerzas o energías”, llamadas doshas, que nos dan características y cumplen funciones. Estas son Vata, Pitta y Kapha. A su vez, estas van variando a lo largo del día, con las estaciones y a través de la vida (predominan en ciertas etapas). Todo lo que percibimos y recibimos del exterior nos aumenta un dosha determinado. También los influencian nuestros estados internos. En el Ayurveda se enseña que todo lo que hay en la naturaleza ejerce un efecto en el ser humano en los planos físico, mental y espiritual, ya que interactuamos en forma permanente con ella. Los aromas no escapan a este concepto.
Por medio de nuestro sentido del olfato, nuestro cuerpo, mente y conciencia se nutren de impresiones olfativas que pueden generar salud y bienestar o enfermedad. Generalmente, se concibe la nariz como un canal a través del cual circula el aire, pero olvidamos que con éste se absorben cosas muy importantes. Y no todos no todo los aires son iguales. Cada día respiramos miles de productos químicos y cada uno tiene algún efecto sobre nosotros. Algunas de estas reacciones pueden ser notadas, pero la mayoría de las veces no somos conscientes del efecto que los olores tienen sobre nosotros. No obstante, esto no significa que su efecto sea insignificante. A menudo, los olores afectan nuestro estado de ánimo sin que ni siquiera lo sepamos. Estamos constantemente rodeados de aromas: la comida de los restaurantes o nuestro hogar, el pochoclo del cine, las flores del jardín, el perfume de las otras personas, los productos que usamos en nuestro cuerpo, el café, el té, las obras viales, la pintura, las alfombras… la lista sigue indefinidamente. Vivir en este mundo es toda una experiencia aromática. Ayurveda entiende esto y aprovecha esta circunstancia.
La aromaterapia es una disciplina terapéutica preventiva y curativa que usa las propiedades de los aceites esenciales extraídos de las plantas aromáticas, para restablecer el equilibrio y armonía del cuerpo y de la mente para beneficio de nuestra salud y belleza. Forma una parte importante del Ayurveda y de otras ciencias de la curación (principalmente en Oriente). Es aceptada y apoyada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).No reemplaza otros tratamientos, sino que acompaña, potencia y hace que sus efectos sean más rápidos y duraderos. Llega a la raíz emocional despertando nuestras propias energías de curación. También puede ayudar a eliminar los efectos desagradables o indeseables de los tratamientos alopáticos, aportando armonía y fortaleza. Los aromas actúan en nuestro interior por asociación de imágenes, evitando la intervención de nuestra parte consciente que todo lo analiza y traduce a palabras. A través de esta técnica se busca el equilibrio físico, mental y emocional. Los aceites esenciales pueden ser utilizados a través de masajes, en el baño directamente o a través de sales, aromatización de ambientes o aplicados sobre alguna zona del cuerpo para calmar o reducir una afección.
Los principales sentidos que interviene en esta terapia son el olfato y el tacto. Las propiedades aromáticas promueven la relajación y la sedación, contribuyendo, por tanto, a generar un estado emocional y mental más equilibrado, que acelera el proceso de sanación. El olor está vinculado a las emociones, por lo que olores agradables desencadenaran emociones y recuerdos placenteros. Las investigaciones demuestran que las personas responden emocionalmente a un aroma a un nivel superior al de los otros sentidos. Un aroma puede desencadenar una sucesión de recuerdos casi olvidados. La zona del cerebro asociada con el olor es la misma que la de la memoria. Cuando se huele algo se evoca la memoria emocional y esta memoria asociativa de aromas y situaciones favorece el aprovechamiento de los aceites para uso terapéutico, pues la conciencia registra el aroma con la ambientación. Algunos aceites tienen la propiedad de transformar y equilibrar nuestras emociones, reduciendo la ansiedad, la depresión o la fatiga mental. La aromaterapia actúa sobre los planos sutiles por ello ayuda a la meditación, visualizaciones, concentración y a todas aquellas técnicas destinadas a buscar el equilibrio y armonía interior.
Usar el tacto es un instinto humano y una necesidad fundamental. El tacto se ha empleado persistentemente como medio de comunicación, en un contexto terapéutico o simplemente como expresión de amor y afecto. Influye también en el sistema nervioso autónomo, relajando y vigorizando el cuerpo al mismo tiempo. Las investigaciones demuestran que fomenta la secreción de endorfinas u hormonas de la felicidad, que actúan como narcóticos naturales al reducir el dolor y al producir una sensación de alborozo y bienestar. Por ello la aromaterapia y el Ayurveda usan este sentido para el equilibrio y la armonía.
Todos los preparados a base de plantas tienen la facultad potencial de activar estos procesos que propician la sanación. La medicina ayurvédica se nutre así de los aromas para enviar señales específicas que equilibran los Doshas.
Vata es éter y aire, significa “aquello que hace mover las cosas”. Es la energía motivadora que impulsa las otras, gobierna el equilibrio mental y sensorial, y se equilibra con aromas cálidos, dulces y ácidos como naranja, geranio, rosa, jengibre o canela.
Pitta es fuego y agua, literalmente “aquello que digiere las cosas”. Es responsable de la producción de calor, así como de todas las transformaciones químicas y metabólicas del organismo. Se equilibra con fragancias dulces y frescas como menta, salvia, lavanda.
Kapha es agua y tierra, representa “aquello que mantiene las cosas juntas”. Provee apoyo, gobierna la forma, cimienta y da sustancia a la estructura corporal. Para su equilibrio necesita de aromas cálidos, con matices especiados que energicen, como eucalipto, enebro, alcanfor, tomillo o patchouli.
Les invito a conocer y experimentar más de estas experiencias sensoriales maravillosas que aportan a nuestro equilibrio y sanación.
AmorosamenteDra. Julia Elena Scocco.
Médica. Oftalmología con una mirada diferente. Ayurveda y Medicina Integrativa (Nutrición, Flores de Bach, Reiki, Biodescodificación).
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