Según la visión del Ayurveda, todo en la
naturaleza (incluso nosotr@s) está formado por todos los elementos: éter, aire,
fuego, agua y tierra, pero en diferentes proporciones. De estas proporciones,
surgen las “fuerzas o energías”, llamadas doshas, que nos dan características y
cumplen funciones. Estas son Vata, Pitta y Kapha. A su vez, estas van variando
a lo largo del día, con las estaciones y a través de la vida (predominan en
ciertas etapas). Todo lo que percibimos y recibimos del
exterior nos aumenta un dosha determinado. Esto también influencia nuestros
estados internos. En
otoño, el dosha que comienza a aumentar es Vata.
Vata es seco, frío, irregular,
móvil. Esto comienza a verse en nuestro cuerpo y mente si no hacemos nada para
compensar esos aumentos: nuestra piel se pone seca, las articulaciones crujen,
nos estreñimos y tenemos gases, sufrimos insomnio, hiperactividad mental o
física, contracturas, preocupaciones y miedos. Esto sería aún más marcado si en
nuestra constitución (o biotipo), predomina este dosha. Ayurveda es literalmente el “conocimiento o
sabiduría de vida” (además de ser la primer medicina surgida, de la que
derivaron todas las demás), nos aporta miles de recursos para vivir en
equilibrio con la naturaleza y los cambios surgidos en el entorno. Si hablamos de equilibrar a Vata, podemos
hacer uso de un recurso muy interesante: la aromaterapia.
La aromaterapia es una técnica de
aplicación preventiva y curativa a base de aceites esenciales. Es una
herramienta terapéutica, que pone al servicio de la salud las propiedades de
las plantas. A través de esta técnica, se busca el equilibrio físico, mental y
emocional, aplicándose, a través de las propiedades terapéuticas y aromáticas
de las plantas. Sirve y complementa otras técnicas para acompañar y mejorar
procesos. Los aceites esenciales para mejorar la salud y armonizarnos, pueden ser
utilizados a través de masajes, aromatización de ambientes o aplicados sobre alguna
zona del cuerpo para calmar o reducir una afección. Forma una parte importante
del Ayurveda y de otras ciencias de la curación (principalmente en Oriente) y
es aceptada y apoyada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los principales sentidos que interviene en
esta terapia son el olfato y el tacto. Las propiedades aromáticas promueven la
relajación y la sedación, contribuyendo, por tanto, a generar un estado
emocional y mental más equilibrado, que acelere el proceso de sanación. El olor
está vinculado a las emociones, por lo que olores agradables desencadenaran
emociones y recuerdos placenteros. Podríamos decir, entonces, que la aromaterapia
prepara nuestro mundo emocional, a través del olfato y el tacto, para
enfrentarnos de forma más equilibrada a las situaciones que se nos presentan en
el día a día.
Recomendaciones generales para el otoño:
·
Mantenerse abrigado. El frío
aumenta Vata.
·
Conservar la tranquilidad.
Llevar a cabo una actividad física tranquila: caminar, bicicleta…
·
Evitar en lo posible los
alimentos crudos y fríos. Mejor cocinados al vapor.
·
Evitar las temperaturas frías. Mantener
los ambientes cálidos y en lo posible húmedos (sin descuidar la ventilación
necesaria para renovar el oxígeno).
·
Consumir alimentos calientes y
especias calientes: comino, canela, clavo, curry, cúrcuma, eneldo, jengibre.
Todo lo que aporte calor.
·
Seguir una rutina regular.
·
Crear un ambiente lo más
calmado y tranquilo posible. Evitar los grandes estímulos auditivos y visuales.
·
Buscar entretenimientos
tranquilos y creativos
·
Evitar el exceso de
estimulación sensorial (televisión, computadora, celulares)
·
Dormir y relajarse adecuadamente.
·
Prestar atención al cuerpo y a
la mente y satisfacer las necesidades
·
Efectuarse masajes con
aceite hidratante con maniobras calentantes, lentas y ligeras (por ejemplo con
aceite sea de sésamo templado). Una buena rutina es aplicarse el aceite antes
de la ducha caliente y al salir no retirarlo. El aceite de sésamo da calor a
nivel interno.
Aromaterapia para Vata
Como Vata es frío, ligero y seco, va a
necesitar para equilibrarse aceites esenciales calientes, húmedos y especiados.
Los óptimos son los que aportan calor húmedo como los siguientes:
·
Sándalo
·
Almendras
·
Ciprés
·
Patchouli
·
Clavo
·
Orégano
·
Tomillo
·
Jengibre
·
Pino
·
Mejorana
·
Incienso
·
Mirra
·
Eucaliptus
·
Canela
·
Cúrcuma
·
Lavanda
Modos de Uso:
- Antes de la ducha, podemos aplicar
aceite de sésamo tibio sobre la piel, eligiendo dos aceites de los arriba
indicados y añadiendo 2 gotas de cada uno a cada cucharada sopera de aceite de
sésamo. Se aplica especialmente en la zona de hombros y cuello con movimientos
lentos y profundos.
- Se pueden hacer baños calientes
diarios, con 5 gotas de los aceites esenciales que elijas disueltos en jabón de
baño o sales. No recomendados son la canela, clavo ni orégano porque
pueden irritar la piel.
- Para el descanso: masaje lento
en los pies antes de acostarte con 1 cucharada sopera de aceite de sésamo templado
con 2 gotas de lavanda y 2 gotas de sándalo.
- Aromatización de ambientes
(hornitos, vaporizadores e inciensos): elegir dentro de los aromas sugeridos,
para que tranquilicen y no sean estimulantes.
La aplicación es sencilla y posible. Espero
podamos hacer uso de esta herramienta, para mejorar nuestra calidad de vida y adaptarnos a los cambios de la naturaleza.
¡Éxito con ello!
Amorosamente
Dra. Julia Elena Scocco.
Médica. Oftalmología con una mirada
diferente. Ayurveda y Medicina Integrativa (Nutrición, Flores de Bach, Reiki,
Biodescodificación).
Turnos al +54 341 3012319. También por DrApp