Snaks de Kale

 El kale o col rizada es considerada un super-alimento. Aporta muy pocas calorías y tiene un alto valor nutritivo. 100 gramos de kale crudo aportan 84 g de agua, 49 kcal, 4,3 g de proteína, 8,7 g de hidratos de carbono, 3,6 g de fibra y solo 0,9 g de grasa. Tiene un alto grado de micronutrientes (vitaminas y minerales). Aporta más calcio que la leche (150 mg cada 100 g) y es bajo en oxalatos. Tiene mucho hierro, incluso más que la carne. Es rico en vitamina C (120 mg cada 100 g), de 4 a 10 veces más que la espinaca y 3 veces más que las naranjas. Una ración de kale contiene de 3 a 4 veces más ácido fólico que los huevos. Ayuda a mejorar el tránsito intestinal (alto contenido de fibra dietética), además de reducir el riesgo de padecer enfermedades como la obesidad o la diabetes. Alto poder antioxidante y al cocinarse no se reduce su efecto. Un buen aliado para perder peso, además de ser un alimento muy poco calórico, los glucosinolatos (compuestos sulfurados) que contiene reducen la absorción de lípidos. Además, su mencionado poder antioxidante y la presencia de clorofila ayudan a eliminar toxinas.

Podemos usarlo en ensaladas (variantes de lo verde en la tabule y la griega), cocido, en risotos, jugos detox, etc. Este maravilloso vegetal permite también hacer fácilmente un snak super-saludable. Como entrada, en picadas, para ver una película… reemplaza las papitas, si queremos lo hacemos 0% sodio, no tiene grasas (es horneado). Súper crocante. Aporta todos sus nutrientes y equilibra a kapha y pitta en esta época de primavera.

En este caso usé las variantes verde y morado. Podemos usar el que más nos guste o tengamos. La cuestión es muy simple: horno precalentado a 180º o, en mi caso, olla paellera a fuego corona (menos que mínimo, antes que se apague la hornalla). Sacamos el tronco grueso y cortamos las hojas con las manos y las ponemos en una bandeja a “secar” (es mejor ir controlando, el tiempo varía según el horno, entre 10 y 30 min). Como variantes podemos rociar con aceite de oliva, sal y pimienta. Para mí la sal es innecesaria, ya que tiene un sabor saladito naturalmente.

¡Disfrutemos de estos sabores y alimentos nutritivos y versátiles que nos brinda la naturaleza en esta primavera!

Amorosamente

Dra. Julia Elena Scocco. 

Médica. Oftalmología con una mirada diferente. Ayurveda y Medicina Integrativa (Nutrición, Flores de Bach, Reiki, Biodescodificación).

Turnos al +54 341 3012319. También por DrApp

Té yogui

 Es muy similar al té chai, que lleva cardamomo, clavo, pimienta, anís estrellado, jengibre y canela, la diferencia es que al té chai se le agrega leche vegetal o animal.

Tiene beneficiosas propiedades como estimulante y revitalizante, es ideal para personas que no pueden tomar café ni té puesto que no contiene teína ni cafeína, regula el sistema nervioso y tonifica nuestro hígado.
El clavo de olor alivia el dolor y fortalece el sistema nervioso. El jengibre es de sobra conocido como ayuda en procesos gripales y digestivo así como la pimienta y el cardamomo, buen aliado del colon. La canela es estimulante y fortalecedora de los huesos.

Ingredientes:
• 4 semillas de Cardamomo
• 1/4 rama Canela
• 4 granos de Pimienta negra
• 2 rodajas de Jengibre
• 3 Clavos de olor
Preparación:
En una tetera o un jarrito con agua colocar todos los ingredientes, calentar hasta que hierva y retirar del fuego 5 - 10 minutos después del hervor (cuanto más tiempo hierva mas picante será la decocción). Colar y servir, se puede endulzar con miel o estevia si se desea.

¡A disfrutar su sabor y beneficios!

Amorosamente

Dra. Julia Elena Scocco.

Médica. Oftalmología con una mirada diferente. Ayurveda y Medicina Integrativa (Nutrición, Flores de Bach, Reiki, Biodescodificación). Turnos al +54 341 3012319. También por DrApp

Consejos de Ayurveda para pasar el invierno


“En las profundidades del invierno finalmente aprendí que en mi interior habitaba un verano invencible” Albert Camus

Ayurveda, la ciencia de la vida, siempre observa la naturaleza y sus ciclos. Por ello, pauta un estilo de vida, acciones y hábitos, acordes al flujo natural, a fin de que nuestro organismo esté constantemente en armonía y adaptado a esas fluctuaciones. Lo que sucede en el entorno, no sólo nos envuelve, sino que influye directamente en nosotros. Las estaciones del año están caracterizadas por ciclos de los doshas (vata, pitta y kapha). Para conservar la salud y equilibrio durante todo el año hace falta vivir en armonía con estos ciclos naturales y ajustarnos constantemente a los cambios de nuestro medio. Algunas estaciones nos gustan más y nos sientan mejor que otras. No podemos extender ni reducir su tiempo, sólo podemos hacer lo adecuado para fluir con ellas. Los cambios de la naturaleza (macrocosmos) nos indican cambios en nuestra naturaleza personal (microcosmos). Desoírlos es ir contra la naturaleza, es generar conflicto en la salud. La Ritucharya (rutina estacional), promueve que vivamos en esa conexión a la energía de la naturaleza y sus variaciones. Marca un estilo de vida ayurvédico, en movimiento contínuo, de escucha externa e interna. La mirada ayurvédica de la salud y de los ciclos naturales se basa en que “lo similar aumenta lo similar y lo opuesto lo disminuye, equilibra”. Razón por la cual, las variaciones en la Ritucharya invernal están basados en las características de esta estación.  

Previo al invierno, la llegada del tiempo otoñal, irregular, con sus vientos y descenso de la temperatura, provocan el aumento del dosha vata. Por eso, el frío que se intensifica en invierno, advierte y sugiere que se sigan atendiendo las necesidades de este dosha (que se compone de aire y éter), para frenar su aumento o desequilibrio, con medidas que reconforten, calmen y nutran. Ante el frío debemos dar calor. Así es Ayurveda: sentido común y lógica natural. Observación de la naturaleza y acción en consecuencia. Con el aumento del frío, kapha se acumula. Kapha es el dosha que se compone de los elementos tierra y agua, sus cualidades de pesadez, humedad y frío, son cualidades similares al invierno. Esta relación de similitud provoca dicha acumulación, que en el organismo se traduce en aumento de flema (moco), y en la naturaleza, en hielo, nieve. Cuando el invierno termina y llega la primavera, el apogeo de kapha llega a su punto máximo y el incremento paulatino de la temperatura fomenta la licuación de kapha para ser eliminada del cuerpo. El aumento de resfríos y alergias son claras señales de ello, así como en la naturaleza se produce el deshielo aumentando el cauce de los ríos.

Consejos de alimentación: durante las estaciones debemos tomar por regla general alimentos que calmen el dosha que las rige. La menor aparición del sol en invierno y el frío intenso, orienta hacia una dieta para reducir kapha, máxime si este dosha prevalece en nuestra constitución, pero cuidado con olvidar las necesidades de vata. En la primera parte del invierno está aún fuertemente presente, razón por la cual es necesario atender la sequedad, sobre todo si vivimos en un sitio donde hay menos humedad en el ambiente. Entonces, habrá que “jugar” con una dieta que calme kapha y que no agrave vata en general, pero si vata domina nuestra constitución, será al revés sobre todo en el inicio del invierno, que tomaremos como una prolongación de las características del otoño más intensificadas. Conviene elegir alimentos cocinados, calientes y especiados. Preferir los sabores picante, astringente y amargo. Evitar alimentos crudos y lácteos.

Otras recomendaciones:

·         Mantenerse abrigados, principalmente la cabeza (llevar gorros).También hay que proteger cuello y orejas. El calor se escapa por la cabeza y el frío penetra por la región cervical.

·         Realizar actividad física que nos estimule, con caminatas después de comer, preferiblemente sin siestas para aprovechar todo lo posible los rayos de sol que son más escasos en esta época del año. En invierno, las siestas después de comer no están nada aconsejadas ya que aumenta kapha, desacelerando nuestro metabolismo, y reduciendo el fuego digestivo.

·         Mantener las fosas nasales húmedas, ya que el frío invernal provoca que las membranas mucosas nasales estén más sensibles y se resequen. Aplicando simplemente una o dos gotas de aceite de sésamo o de ghee en las fosas nasales aliviaremos esta situación. Si por el contrario, la tendencia es a tener mayor mucosidad nasal, se puede alternar con nasya o vapores con eucalipto. Esto ayuda a descongestionar las vías respiratorias y mantenerlas húmedas y equilibradas.

·         No hay que levantarse tan temprano como en el resto de las estaciones, ya que el sol sale más tarde. Las 7 puede ser una hora idónea. Se puede recitar una oración en agradecimiento a la Madre Tierra, una deidad, o un mantra como el Gayatri.

·         Al levantarse, hay que limpiar los dientes (si se tiene, con una pasta de hierbas como clavo o canela) y la lengua (con una cuchara o limpiador especial). También se lavan la cara y las manos. Pueden realizarse buches con aceite de sésamo durante 2 ó 3 minutos; contribuye a disminuir el bruxismo, cefaleas y cervicalgias. Luego masajear las encías con aceite; es excelente para cuidarlas. Luego deben hacerse las necesidades naturales.

·         Es bueno tomar en ayunas un vaso de agua caliente (si se quiere con miel y limón).

·         Se pueden hacer algunas posturas de yoga, para ayudar a abrir el pecho y limpiar los senos, y así eliminar las posibles congestiones. Sirve también realizar algún pranayama que dé calor como Bhastrika, que limpia kapha dosha. La respiración por la fosa derecha, promueve la circulación y el calor. Ya que es una estación para hibernar, es importante también la meditación.

·         Automasaje del cuerpo con aceite tibio de sésamo. Ayuda en el mantenimiento del calor corporal así como al movimiento de las toxinas que se van acumulando en los tejidos. El aceite de sésamo, que es caliente, beneficia a todas las constituciones en invierno. Pueden agregarse aceites esenciales como canela, lavanda, geranio, jazmín o naranja (3-5 gotas de aceite esencial en 30 ml de aceite de sésamo). Luego, un baño o ducha con agua caliente y jabón natural ayuda a retirar el aceite.

·         El invierno es ideal el té chai o té yogui.

·         Los colores del invierno son el blanco, negro y gris, por lo tanto tenemos que contrarrestar con colores cálidos, como el amarillo, naranja y rojo, que son los más adecuados en esta época.

·         El Ayurveda recomienda y permite beber un poco de vino tinto con las comidas durante esta estación para mejorar la digestión.

·         Cuando el cielo está cubierto y todo es gris en el exterior, incita a la soledad y depresión. Seguir una dieta que equilibre kapha nos ayuda a mitigar esto. Durante el invierno el Ayurveda resalta la importancia de la compañía afectiva o la presencia de las personas que queremos. Si es posible no debemos separarnos mucho de amigues, familiares o pareja en esta época. Según esta ciencia milenaria, en esta estación es cuando se puede tener actividad sexual más a menudo.

·         Al final del día se puede poner un poco de aceite de sésamo en la cabeza y en las plantas de los pies para favorecer la relajación y el descanso.

·         Un pequeño ayuno, de un día o dos, está bien si el fuego digestivo es fuerte. Se puede beber jugo de manzana durante el ayuno.

En otros artículos se pueden encontrar recetas, infusiones y  el té recomendado, más consejos nutricionales de invierno y otras útiles sugerencias para esta estación.

¡A fluir con la naturaleza!

Amorosamente

Dra. Julia Elena Scocco. 

Médica. Oftalmología con una mirada diferente. Ayurveda y Medicina Integrativa (Nutrición, Flores de Bach, Reiki, Biodescodificación).

Turnos al +54 341 3012319. También por DrApp

Cada dosha en invierno

“La risa es el sol que ahuyenta el invierno del rostro humano.” Víctor Hugo

Además de invitar a reírnos mucho, Ayurveda nos da consejos para adaptarnos a los cambios del ambiente. Tendremos consejos generales (están profundizadas en otros artículos) y en este caso veremos algunas sugerencias específicas para cada dosha en esta estación.

Adoptar un estilo de vida ayurvédico durante el invierno tiene una serie de beneficios para nuestro organismo. Calma el sistema nervioso evitando el nerviosismo y la ansiedad, fomenta la concentración, nutre profundamente el organismo y mejora los niveles de energía, favorece el sueño profundo, evita la constipación favoreciendo la eliminación, protege nuestro sistema inmunológico.

Adaptarnos a los cambios externos (como la estación) nos hace fluir con la naturaleza y estar más saludables. Claro está que si conocemos nuestra constitución original o prakriti (los doshas que predominan en nuestro cuerpo), ajustaremos mucho mejor las necesidades reales de éste.

1.       Si sos predominantemente Vata, al igual que una liana, ligera como el viento que caracteriza tu dosha, brillas por ti mismo. Tu punto débil es que no puedes controlar los nervios. Resultado, agotamiento constante. Tu ritual para compensar podría ser sumergirte en un baño calmante con esencia de rosa mientras saboreas lentamente un té de salvia o de canela. Masaje o auto masaje con aceite de sésamo tibio.

2.       Si sos más Pitta, tu carácter es dinámico como el fuego que caracteriza tu dosha, una persona muy segura de sí misma. Junto con tu imagen, en general muy deportista y en buena forma, puedes resultar algo agresivo/a. Tu ritual compensatorio sería buscar la ocasión para meditar y sumergirte en un baño de manzanilla o melisa. El aceite esencial de sándalo te ayudará a poner en orden tus energías. El invierno es un buen momento para interiorizar y equilibrar su temperamento agudo e irritable a través de la meditación.

3.       Si tu constitución es Kapha, desprendes una gran sensualidad. Tu punto débil es la pereza y tendencia a la melancolía. Debes recuperar la energía. Tu ritual invernal para añadir dinamismo a tu carácter remolón, podría ser inmiscuirte en una atmósfera de aceites esenciales de eucalipto, salvia y almizcle. Ayuda toma un baño vigorizante y añadir cualquiera de estos aceites esenciales: eucalipto, romero, pino, jengibre, enebro, pomelo, o bergamota.

Cualquiera de los doshas puede optar también por baños calientes de pies (pediluvios). Se realiza con un puñado de sales al que añadimos 3-5 gotas de aceite esencial de menta piperita o cualquier aceite esencial que utilizarías en un baño pero en menor proporción.

Espero que estos consejos ayurvédicos te sean de utilidad y te ayuden durante el invierno, pero sobre todo, ojalá aproveches esta época para sentir el amor que nace de ti al estar en equilibrio con la naturaleza.

Amorosamente

Dra. Julia Elena Scocco.

Médica. Oftalmología con una mirada diferente. Ayurveda y Medicina Integrativa (Nutrición, Flores de Bach, Reiki, Biodescodificación). Turnos al +54 341 3012319. También por DrApp

Indicaciones dietéticas de invierno

 Ayurveda, la ciencia de la vida feliz y saludable, es una “gran observadora” de los ciclos naturales y nos da consejos para fluir con la naturaleza y adaptarnos a estos cambios sin desequilibrarnos. La rutina aconsejada en cada estación, lleva en Ayurveda, el nombre de Ritucharya. En otros artículos voy a dar más detalles de ésta, hoy nos vamos a centrar en la alimentación de invierno dentro de esa rutina.

Las características climáticas (frío, humedad, pocas horas de sol) hacen aumentar el dosha Kapha, por lo que en invierno debemos orientar nuestra alimentación a cuidar este dosha, que empieza a acumularse para luego desplegarse completamente al principio de la primavera. Máxime si este dosha predomina en nuestra constitución, nuestra alimentación será aplacadora de kapha, pero cuidando no olvidar las necesidades de vata, que también es un dosha frío. Vata está aún fuertemente presente en la primera parte del invierno. Por tanto habrá que “jugar” con una dieta que calme kapha y que no agrave vata en general. Si vata domina nuestra constitución, será al revés sobre todo en el inicio del invierno.

Debido al frío de esta estación, el calor de la piel y los tejidos periféricos se empuja hacia dentro del cuerpo, por eso el fuego digestivo es fuerte, incrementando el apetito. Durante el invierno tenemos la digestión más fuerte que en verano. Hay que fortalecer el organismo desde dentro con alimentos y acciones que minimicen el impacto exterior, aprovechar que el Agni (fuego digestivo) es fuerte porque el organismo reacciona contra el frío del exterior aumentado su producción de calor. El cuerpo necesita platos más sustanciosos. Ingerir en esta época del año principalmente comidas frías (como helados, bebidas refrigeradas) o crudas (ensaladas) , es no fluir con la naturaleza. Las sopas, los pucheros, guisos y purés, son los platos que nos pide el cuerpo y debemos darle.

Por ejemplo, comer en el desayuno avena u otro cereal con frutos secos y especias calientes cocidas en leche (mejor si es vegetal) es ideal. Alternar este desayuno con días de sopas y/o kitchari (el plato estrella de la Medicina Ayurveda), aportarán al mantenimiento del equilibrio y vigor del cuerpo.

Las infusiones de jengibre con canela, cardamomo, clavo, cúrcuma, pimienta negra, serán un elixir para nuestras células ya que potenciarán el mantenimiento del calor, avivaran el Agni, mejorarán la circulación y principalmente eliminarán la mucosidad, que es el indicio del aumento de kapha dosha. Otras alternativas son el té con jengibre y limón endulzado con miel (siempre agregar cuando la temperatura del té esta “tomable”).El conocimiento del estado de uno mismo es muy importante, ya que por ejemplo, si padecemos de algún problema de índole pitta como una inflamación intestinal o una úlcera,  esta infusión “calentante” no estaría indicada.

El invierno es la mejor época para comer proteínas. En general en esta estación se debe comer un 35% de cereales, 20% de proteínas ,35% de verduras y 10% de fruta. En esta época es muy fácil subir de peso, por el tipo de comida que elegimos y porque el cuerpo está más propenso a acumular grasa debido al frío (sobre todo en climas muy gélidos). Por eso, lo mejor es consumir muchas proteínas, verduras, cereales y legumbres cocidas y evitar las grasas en exceso y los carbohidratos refinados.

Entre los sabores que Ayurveda recomienda potenciar en invierno figuran el picante, el amargo y el astringente. Podemos obtenerlos utilizando en la cocina especias como cúrcuma, pimienta, jengibre, cayena y canela, o alimentos como el brócoli, la berenjena, las lentejas, la espinaca o el ajo. Otros alimentos recomendados son remolacha, repollo, zanahoria, coliflor, arvejas, miel, ghee, cebada, avena, maíz, cous cous, quínoa, peras, pasas de uva. Deben predominar las comidas livianas, tibias y no oleosas.

Del mismo modo que aumentamos el consumo de alimentos picantes, amargos y astringentes hay que evitar los sabores típicamente kapha, es decir, aquellos sabores que aumentarían en exceso este dosha y por lo tanto, provocaría un exceso del mismo. Son los dulces, salados y ácidos. Abusar del consumo de mangos, bananas, pepinos o lácteos provocaría un aumento de la mucosidad y del sueño, así como la tendencia a acumular grasa.

Ayurveda también recomienda en esta estación, comer al menos tres veces al día y dejando más de tres horas entre cada comida. Entre estas tres comidas la más consistente debe ser la del mediodía. Desayuno y cena deben ser livianos y la cena debe realizarse, de ser posible, antes del anochecer. No picar entre comidas y, si se hace, comer fruta cocida, dátiles o unos cuantos frutos secos. Establecer horarios para irse a dormir y para levantarse.

Son consejos simples y si lo notamos, perfectamente lógicos. La misma naturaleza nos dice que debemos consumir y cómo. Solo debemos escucharla…

Amorosamente

Dra. Julia Elena Scocco. 

Médica. Oftalmología con una mirada diferente. Ayurveda y Medicina Integrativa (Nutrición, Flores de Bach, Reiki, Biodescodificación).

Turnos al +54 341 3012319. También por DrApp

Una receta de invierno

Con la llegada del invierno, cuidar la alimentación, como siempre, es fundamental. Debido al frío ambiental, nuestro poder digestivo (fuego interior o agni) es más fuerte que en otras épocas del año. Por eso se puede comer con más apetito e incluir alimentos más nutritivos. Si nuestra alimentación es muy liviana, nuestro fuego digestivo puede llegar a desgastar y debilitar los tejidos del cuerpo y desequilibrar a vata. Por este motivo el invierno es una época donde toca nutrir el cuerpo, para que los tejidos se tornen fuertes. Conviene que las comidas sean calientes y nutritivas. Se debe procurar que predominen los cereales como el arroz, el trigo o el maíz, y los guisos de verduras y papa. También se puede incluir frutos secos como avellanas, almendras y nueces, y frutas desecadas remojadas en agua como orejones, pasas, higos y dátiles. Es muy recomendable tomar bebidas calientes y nutritivas como el te chai. Se debe reducir el consumo de alimentos crudos, ensaladas y alimentos secos como galletitas o copos de cereales. Evitar los lácteos, ya que son alimentos que generan mucosidad, y como en el invierno hay una mayor incidencia de gripes, resfríos y catarros, no conviene consumirlos. Es muy útil la infusión de jengibre con miel y limón, ya que aumenta el sistema inmunológico y elimina toxinas.

Veamos ahora una receta nutritiva, especial para esta época.

CREMA DE ARVEJAS AYURVÉDICA

Para 6 porciones:

Ingredientes:

·         400 gr arvejas secas partidos (sin sal)

·         ½ nabo (o apio), troceado pequeño

·         1 cebolla, troceada pequeña

·         1 diente de ajo, picado bien chiquito

·         1 chile verde o rojo pequeño (yo pongo menos porque consigo seco)

·         3 hojas de laurel

·         1 cm de jengibre fresco, picado

·         Sal

·         Aceite de oliva u otro de primera prensión en frío de calidad

·         Opcional: tofu ahumado

Poner las arvejas en remojo por algunas horas (no usar el agua de remojo en la preparación). Rehogar la cebolla, el jengibre, el ajo, el chile y las hojas de laurel algunos minutos en aceite de oliva. Añadir el nabo o el apio y después de unos minutos, incorpora las arvejas y 2 litros de agua. Calentar hasta el hervor. Bajar un poco el fuego y dejar hervir cerca una hora. Añadir sal al gusto. Si se desea, cortar el tofu en trocitos de 1 cm y cocinarlos en un poco aceite. Se agregan justo antes de servir la crema. También puede licuarse y servirse como crema sobre la sopa.

Ideal para época invernal. ¡A disfrutar los sabores y beneficios de esta rica sopa!

Amorosamente

Dra. Julia Elena Scocco. 

Médica. Oftalmología con una mirada diferente. Ayurveda y Medicina Integrativa (Nutrición, Flores de Bach, Reiki, Biodescodificación).

Turnos al +54 341 3012319. También por DrApp

Yoga en Invierno

La práctica de yoga está recomendada por Ayurveda en todas las estaciones, pero al ser “la ciencia de la vida”, observadora de los ciclos naturales, brinda consejos para equilibrar el dosha dominante en cada una de ellas. Veamos las sugerencias para la estación más fría y húmeda.


Pranayamas para el Invierno:

El más indicado para esta época es Kapalabhati, aumenta nuestra temperatura corporal, elimina la flema, ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, purifica los pulmones y los canales energéticos (permitiendo que fluya el prana más fácilmente), eleva notoriamente los niveles de energía y promueve una mejor oxigenación de cada una de nuestras células. Otro pranayama adecuado para esta temporada de frío es Surya Bhedana, respiración por la fosa nasal derecha, que igualmente crea calor al activar nuestra respiración solar. También se recomienda emplear el Jala Neti (limpieza de las fosas nasales) una vez por día para mantener bien las vías respiratorias.

Ásanas de Yoga para practicar en invierno (busca una habitación cálida para practicar):

  • Saludo al Sol (Surya Namaskar). Es vigorizante y ayuda a generar calor en el cuerpo.
  •  El pez (Matsyasana). Abre garganta y el pecho, lo que ayuda a disminuir el moco en el pecho.
  •   Postura del Arco (Dhanurasana). Abre el pecho y el corazón. Nos hace más receptivos a dar y recibir amor.
  • El Barco (Navasana). Enciende tu fuego interno. 
  • Postura sobre los hombros (Sarvangasana). Esta inversión ayuda en la desintoxicación de los ganglios linfáticos. Activa el organismo y la circulación de la sangre.
  •   Postura de langosta (Salabhasana): Este ásana abre el pecho y fortalece la espalda.
  •   Savasana (postura de cadáver o de relajación) en lugar cómodo con mantas luego de las posturas.

Meditación en Invierno:

La época de invierno es también una temporada para interiorizar y meditar. Intenta hacerlo al menos 5 minutos diarios, durante el amanecer o el atardecer que son los momentos más propicios del día para entrar en contacto con nuestro Ser. La meditación nos ayuda a tener conciencia de nuestros pensamientos y emociones, nos aleja de las emociones pesadas como tristeza, nostalgia o depresión al conectarnos con nuestro interior y la fuente de vida.

Espero estos simples consejos te ayuden a tu práctica invernal.

Amorosamente

Dra. Julia Elena Scocco. 

Médica. Oftalmología con una mirada diferente. Ayurveda y Medicina Integrativa (Nutrición, Flores de Bach, Reiki, Biodescodificación). Turnos al +54 341 3012319. También por DrApp

Aromas de otoño

Según la visión del Ayurveda, todo en la naturaleza (incluso nosotr@s) está formado por todos los elementos: éter, aire, fuego, agua y tierra, pero en diferentes proporciones. De estas proporciones, surgen las “fuerzas o energías”, llamadas doshas, que nos dan características y cumplen funciones. Estas son Vata, Pitta y Kapha. A su vez, estas van variando a lo largo del día, con las estaciones y a través de la vida (predominan en ciertas etapas). Todo lo que percibimos y recibimos del exterior nos aumenta un dosha determinado. Esto también influencia nuestros estados internos. En otoño, el dosha que comienza a aumentar es Vata. 

Vata es seco, frío, irregular, móvil. Esto comienza a verse en nuestro cuerpo y mente si no hacemos nada para compensar esos aumentos: nuestra piel se pone seca, las articulaciones crujen, nos estreñimos y tenemos gases, sufrimos insomnio, hiperactividad mental o física, contracturas, preocupaciones y miedos. Esto sería aún más marcado si en nuestra constitución (o biotipo), predomina este dosha. Ayurveda es literalmente el “conocimiento o sabiduría de vida” (además de ser la primer medicina surgida, de la que derivaron todas las demás), nos aporta miles de recursos para vivir en equilibrio con la naturaleza y los cambios surgidos en el entorno. Si hablamos de equilibrar a Vata, podemos hacer uso de un recurso muy interesante: la aromaterapia.

La aromaterapia es una técnica de aplicación preventiva y curativa a base de aceites esenciales. Es una herramienta terapéutica, que pone al servicio de la salud las propiedades de las plantas. A través de esta técnica, se busca el equilibrio físico, mental y emocional, aplicándose, a través de las propiedades terapéuticas y aromáticas de las plantas. Sirve y complementa otras técnicas para acompañar y mejorar procesos. Los aceites esenciales para mejorar la salud y armonizarnos, pueden ser utilizados a través de masajes, aromatización de ambientes o aplicados sobre alguna zona del cuerpo para calmar o reducir una afección. Forma una parte importante del Ayurveda y de otras ciencias de la curación (principalmente en Oriente) y es aceptada y apoyada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Los principales sentidos que interviene en esta terapia son el olfato y el tacto. Las propiedades aromáticas promueven la relajación y la sedación, contribuyendo, por tanto, a generar un estado emocional y mental más equilibrado, que acelere el proceso de sanación. El olor está vinculado a las emociones, por lo que olores agradables desencadenaran emociones y recuerdos placenteros. Podríamos decir, entonces, que la aromaterapia prepara nuestro mundo emocional, a través del olfato y el tacto, para enfrentarnos de forma más equilibrada a las situaciones que se nos presentan en el día a día.

Recomendaciones generales para el otoño:

·         Mantenerse abrigado. El frío aumenta Vata.

·         Conservar la tranquilidad. Llevar a cabo una actividad física tranquila: caminar, bicicleta…

·         Evitar en lo posible los alimentos crudos y fríos. Mejor cocinados al vapor.

·         Evitar las temperaturas frías. Mantener los ambientes cálidos y en lo posible húmedos (sin descuidar la ventilación necesaria para renovar el oxígeno).

·         Consumir alimentos calientes y especias calientes: comino, canela, clavo, curry, cúrcuma, eneldo, jengibre. Todo lo que aporte calor.

·         Seguir una rutina regular.

·         Crear un ambiente lo más calmado y tranquilo posible. Evitar los grandes estímulos auditivos y visuales.

·         Buscar entretenimientos tranquilos y creativos

·         Evitar el exceso de estimulación sensorial (televisión, computadora, celulares)

·         Dormir y relajarse adecuadamente.

·         Prestar atención al cuerpo y a la mente y satisfacer las necesidades

·         Efectuarse masajes con aceite hidratante con maniobras calentantes, lentas y ligeras (por ejemplo con aceite sea de sésamo templado). Una buena rutina es aplicarse el aceite antes de la ducha caliente y al salir no retirarlo. El aceite de sésamo da calor a nivel interno.

Aromaterapia para Vata

Como Vata es frío, ligero y seco, va a necesitar para equilibrarse aceites esenciales calientes, húmedos y especiados. Los óptimos son los que aportan calor húmedo como los siguientes: 

·         Sándalo

·         Almendras

·         Ciprés

·         Patchouli

·         Clavo

·         Orégano

·         Tomillo

·         Jengibre

·         Pino

·         Mejorana

·         Incienso

·         Mirra

·         Eucaliptus

·         Canela

·         Cúrcuma

·         Lavanda

Modos de Uso:

  1.          Antes de la ducha, podemos aplicar aceite de sésamo tibio sobre la piel, eligiendo dos aceites de los arriba indicados y añadiendo 2 gotas de cada uno a cada cucharada sopera de aceite de sésamo. Se aplica especialmente en la zona de hombros y cuello con movimientos lentos y profundos.
  2.          Se pueden hacer baños calientes diarios, con 5 gotas de los aceites esenciales que elijas disueltos en jabón de baño o sales. No recomendados son la canela, clavo ni orégano porque pueden irritar la piel.
  3.          Para el descanso: masaje lento en los pies antes de acostarte con 1 cucharada sopera de aceite de sésamo templado con 2 gotas de lavanda y 2 gotas de sándalo.
  4.          Aromatización de ambientes (hornitos, vaporizadores e inciensos): elegir dentro de los aromas sugeridos, para que tranquilicen y no sean estimulantes.

La aplicación es sencilla y posible. Espero podamos hacer uso de esta herramienta, para mejorar nuestra calidad de vida y adaptarnos a los cambios de la naturaleza.

¡Éxito con ello!

Amorosamente

Dra. Julia Elena Scocco. 

Médica. Oftalmología con una mirada diferente. Ayurveda y Medicina Integrativa (Nutrición, Flores de Bach, Reiki, Biodescodificación).

Turnos al +54 341 3012319. También por DrApp

Depuración suave de otoño para equilibrar Vata

El Ayurveda, medicina tradicional de la India, basa sus teorías en la tridosha: las fuerzas vata, pitta y kapha, que explican el funcionamiento de los seres vivos, su equilibrio y desequilibrio.

Estas fuerzas o energías cumplen funciones fisiológicas y mentales, y se ven influenciadas por los factores externos, teniendo ciclos. Van aumentando o disminuyendo, afectadas por el clima, la estación, la edad, las relaciones, nuestros hábitos… en fin, todo lo que nos rodea y nuestro estado interno tienen influencia en el aumento o disminución de estos “doshas”. Otra cosa muy importante a destacar es la premisa que explica esa influencia: “lo similar incrementa lo similar y lo contrario lo disminuye”. 

En otoño, aumenta el dosha vata, que tiene influencia en el sistema nervioso, colon, respiración, movimientos, creatividad y muchas otras funciones del cuerpo. Vata es como el viento (frío, seco, irregular, liviano, móvil) y el viento fresco caracteriza el otoño. Por lo tanto, en otoño podemos empezar a sentir en nuestro cuerpo los aumentos de este dosha.

Los signos de un vata desequilibrado son: resequedad de la piel, los labios y las fosas nasales, dolor de oídos y zumbidos, hinchazón abdominal, estreñimiento, gases, hiperactividad (incluido el hablar de forma impulsiva), insomnio y patrones interrumpidos del sueño, manos y pies fríos, sensibilidad al frío, debilidad, inquietud y fatiga, olvidos y una concentración pobre, nervios, temor y ansiedad. Por otro lado, un vata equilibrado se demostrará con vitalidad, imaginación, creatividad, intuición, espontaneidad, alegría, adaptabilidad, iniciativa y buena comunicación.

Hay situaciones que también hacen aumentar este dosha: son en las que aparecen miedos, sentimos limitaciones, preocupaciones, desaliento… por eso sería de vital importancia cuidarlo más que nunca en ellas.

Una de las propuestas para equilibra a vata en esta época es una depuración suave, basada en hábitos y algunos consejos de alimentación:

Alimentación sátvica: ¿Qué significa esto? Alimentarnos con comida que tenga la mayor cantidad de energía vital posible (Prana para el Ayurveda). Estos son los alimentos en su estado “más natural” y menos procesados. Cereales integrales, legumbres, frutas, verduras, frutos secos, semillas. Disminuir los azucares y harinas refinadas, enlatados, industrializados, ultraprocesados, aditivados, etc. También se debería reducir o minimizar el consumo de carnes y lácteos.

Características de las comidas que equilibran a vata: alimentos calientes y de fácil asimilación como sopas, caldos y guisos de verduras y legumbres, aderezadas con especias que nos ayuden a digerirlas mejor y evitar gases, como por ejemplo: laurel, pimienta, hinojo, anís, comino, nuez moscada, clavo, jengibre y perejil. Es importante evitar bebidas frías y en su lugar aumentar el consumo de bebidas calientes, como infusiones. Hay que evitar estimulantes como café, té, cacao y el tabaco, porque desequilibran vata rápidamente.

 Automasajes con aceite de sésamo tibio (con una pequeña cantidad alcanza): Son depurativos y equilibrantes de vata. Pueden practicarse antes de la ducha, de cabeza a los pies, con movimientos (fricción suave) en las extremidades y movimientos circulares en articulaciones, pechos y abdomen. Si bien hay consejos sobre los horarios más convenientes y la cantidad de veces a realizarse, a los fines prácticos, podríamos hacerlos 3 o 4 veces por semana en el horario que podamos. Como alternativas cortas, podemos masajear pies, manos y cabeza.

Ayuno de kitchari: esta comida (guiso de porotos mung, arroz y verduras), tiene un efecto depurativo en el organismo. No le da “trabajo” al sistema digestivo (porque es de fácil digestión) y es muy nutritivo. Podemos comerlo 1 o 2 días como único alimento para limpiar el organismo de toxinas. En otros artículos podremos encontrar la receta.

Sudar: ejercicios diarios nos pueden ayudar a eliminar toxinas. En esta época, conviene hacerlos suaves y regulares. Caminatas, bicicleta, rutinas de gimnasia, bailar.

Práctica de yoga, pranayamas (respiraciones conscientes) y meditación: son depurativos mentales. Los horarios más convenientes para estas prácticas son de 6 a 10h y de 18 a 22hs, porque en estos horarios el cuerpo y la mente están más dispuestos a ellas. Podemos adecuarlos a la rutina que tengamos.

Del mismo modo, y en la medida de lo posible, hay que reducir actividades que alteren este dosha como situaciones de estrés, evitar la sobreestimulación auditiva, acostarse tarde y pasar mucho tiempo frente a las pantallas. En su lugar podemos escuchar música tranquila o leer. Tratar de evitar dormir durante el día (aunque una pequeña siesta es beneficiosa) y aumentar nuestra actividad física. Estos hábitos también hacen a la depuración de la mente.

Tizanas de hierbas (como hinojo, canela, jengibre fresco, anís) tomados 3 tazas al día. Para depuraciones mas fuertes podemos usar bardana, diente de león, llantén y cola de caballo, pero en circunstancias de estrés (si las estamos viviendo) recomiendo las hierbas más suaves.

También es recomendable para depurar (y para incorporar como habito también) raspar la lengua al levantarnos y sacar la “saburra”, que es la acumulación de toxinas del tracto digestivo. Podemos hacerlo con un raspador especial o con una cuchara de acero inoxidable.

Con estas prácticas y consejos iremos equilibrando las fuerzas de vata, para que este dosha no se acumule y nos cause síntomas. Un vata equilibrado se expresara en alegría, entusiasmo, buena comunicación y creatividad, que son cosas muy necesarias en estos días.

¡Éxito en la aplicación de los mismos!

Amorosamente

Dra. Julia Elena Scocco. 

Médica. Oftalmología con una mirada diferente. Ayurveda y Medicina Integrativa (Nutrición, Flores de Bach, Reiki, Biodescodificación).Turnos al +54 341 3012319. También por DrApp

Otoño y Ayurveda

 Ayurveda es medicina tradicional nacida en la India, la más antigua conocida y de la que derivan todas las demás medicinas. La palabra Ayurveda proviene del sánscrito y significa conocimiento o sabiduría de vida y tiene profundas raíces en la filosofía de hinduismo y en la espiritualidad. Sin embargo, el Ayurveda es de un inmenso valor práctico para todos, posible de ser aplicado en occidente.

Basa sus teorías en la conformación del Universo por cinco elementos que se comportan como si fueran los ladrillos a partir de los cuales se construye nuestra existencia en sus múltiples formas. En las personas, estos cinco elementos sirven de molde para el surgimiento de tres fuerzas fisiológicas conocidas como Doshas, fuerzas que controlan y manejan su funcionamiento físico y mental. Estos doshas son Vata, Pitta y Kapha.

Tanto Vata, como Pitta o Kapha, se encuentran en proporciones variables en cada persona lo que determina nuestra constitución individual, que sería nuestras características y nuestra capacidad de responder ante determinadas situaciones. Poseen diferentes cualidades que determinan su capacidad de hacer funcionar a nuestro organismo (como temperatura, humedad, peso, etc.), lo que nos permite reconocerlos e identificarlos en variadas situaciones tanto habituales como en la enfermedad. Cuando nuestra constitución dóshica está en equilibrio, nuestra energía vital (el prana), circula libremente tanto a nivel físico como mental y emocional. 



Estas fuerzas, también dominan e influencian en las distintas horas del día, en las estaciones y las etapas vitales (ciclan), influenciando y aumentando sus características en los organismos vivos. El equilibrio de los tres doshas se ve amenazado constantemente por fenómenos externos como el clima, la hora del día, temperatura, etc. y por fenómenos tales como el estado psicológico interno. Mientras haya armonía entre los fenómenos internos y externos, el gozaremos de buena salud.

Con el otoño, comienza a aumentar Vata. Vata dosha es como el viento: básicamente seco, frío, móvil y liviano. Seca las articulaciones (crujen), el cabello, las mucosas, la piel, constipa, llena de gases, nos dispersa y vuelve distraídos y dudosos. Hace aparecer espasmos, tics, calambres y contracturas. Nos dispara la mente en una catarata incontenible de pensamientos, generalmente pesimistas y temerosos. Vata controla la mente, el corazón, la creatividad, la digestión, las eliminaciones, la relajación, el funcionamiento del sistema nervioso.

Ayurveda siempre observa la naturaleza y sus ciclos. Por ello, este conocimiento milenario, pauta un estilo de vida, acciones y hábitos, acordes al flujo natural, a fin de que nuestro organismo esté constantemente en armonía y adaptado a esas fluctuaciones. Para afrontar la llegada de la época más vata, tendremos que ir potenciando las cualidades opuestas para incentivar que nuestro vata equilibrado nos dé el entusiasmo y la creatividad que lo caracterizan.

Además, para hacer frente las posibles infecciones que llegan con el frío, tenemos que tener un medio interno calentito. Un Agni (fuego interno, inmunidad) fuerte, hará que no nos enfermemos o nos recuperemos pronto en caso de enfermar.

Desde el Ayurveda y otras medicinas naturales, podemos aportar pequeños consejos que harán compensar el aVata desequilibrado y mejorar el Agni.

1.       Buen descanso: recordar que vata es movimiento, por lo que hay que compensar con momentos de quietud y tranquilidad. Uno de los primeros síntomas de desequilibrio vata es el insomnio. Procuremos no tomar bebidas estimulantes (café, mate, té) o al menos no hacerlo luego de cierta hora (las18hs por poner un ejemplo). Masajes en los pies antes de dormir con aceite de sésamo y unas gotas de esencia de lavanda. Apagar las pantallas (celular, tablets, TV) unas horas antes de ir a la cama, ya que quedan muy estimulados los sentidos. Dejar que el dormitorio sea eso: dormitorio, lo ideal es usarlo para dormir o alguna actividad relajante como leer, rezar o meditar.

2.       Oleación: como vata nos seca, procuraremos compensarlo con oleaciones internas y externas. Comidas sustanciosas y oleosas (con buenos aceites y ghee), masajes con aceite de sésamo tibio antes de la ducha. Aceitar diariamente los orificios naturales (boca, narinas, oídos) con aceite de sésamo.

3.       Calor: procurar no exponernos al frío cuando este comience, o hacerlo tomando las precauciones necesarias: abrigarnos correctamente, especialmente orejas y cabeza. Baños calientes. Vapor. Comidas calentitas y no muy livianas (como ensaladas crudas). Recordar que vata es liviano, necesita lo pesado para no volarse y “bajar”. Frutos secos debidamente activados, compotas, sopas, infusiones de hierbas que aporten calor. Arroz y avena cocidos. Preferir verduras cocidas (vapor, horno, salteadas) y no tanta cantidad de ensaladas. Si comemos ensaladas compensar con buenos aceites (oliva y limón son “antídotos” cuando comemos hojas verdes). Es tiempo de dejar de tomar bebidas y comidas frías, fritas y secas, lo que excita nuestro sistema nervioso y dificulta la digestión.

4.       Vata es responsable de todos los sentidos, pero principalmente del oído y el tacto: evitar la sobreestimulación de éstos (ruidos molestos, tv, música alta, masajes fuertes) y mimarlos con suaves masajes y caricias, música relajante, sonidos de la naturaleza.

5.       Usar ropa hecha con materiales naturales, suaves y cálidos. Los tonos de la tierra pacifican Vata.

6.       Vata es muy sensible a los vientos, sería interesante evitar los ventiladores y las corrientes de aire.

7.       Vata es irregular, sería conveniente tratar de dejar en el verano los ritmos irregulares y frenéticos y optar por una organización más sistemática del día a día.

8.       Estimular el Agni con una alimentación adecuada, especias y otras prácticas como algunas ásanas de yoga y el saludo al sol.

9.      También se recomienda hacer ejercicios relajantes, practicar Hatha yoga (hay ásanas especiales para mejorar el sistema inmune y calmar a vata), Meditar y realizar respiración consciente (Pranayamas). 

Lo que sucede en el entorno, no sólo nos envuelve o es “externo”, sino que influye directamente en nosotros, en nuestro interior, cuerpo, mente y espíritu. Los cambios de la naturaleza nos indican cambios en nuestra naturaleza personal, desoírlos es ir contra la naturaleza, es generar conflicto en la salud, por eso Ayurveda nos ayuda a fluir con la naturaleza.

 Algunas estaciones o climas nos gustan más y nos sientan mejor que otras. No podemos extender ni reducir su tiempo, sólo podemos hacer lo adecuado para fluir con ellas, por ello Ayurveda sugiera estos cambios de habito adecuándolos a las estaciones. 

¡Éxito con la aplicación de los hábitos de otoño!

Amorosamente…

Dra. Julia Elena Scocco. 

Médica. Oftalmología con una mirada diferente. Ayurveda y Medicina Integrativa (Nutrición, Flores de Bach, Reiki, Biodescodificación).Turnos al +54 341 3012319. También por DrApp

Tratando la fatiga ocular y los problemas de refracción

 La vida moderna  nos invita constantemente a estar muchas horas frente a la computadora, a distraernos con pantallas (TV, tablet, celular) o leyendo. Todas estas tareas terminan por fatigar nuestros ojos y la de nuestrxs hijxs. El sistema visual esta desarrollado para visión lejana, por lo que tanta actividad de cerca agota los músculos. El cansancio ocular se manifiesta principalmente con dolor de cabeza luego de las actividades, ardor y enrojecimiento, e incapacidad para enfocar (las letras “bailan en el papel”).

Para evitar y tratar estos síntomas, tenemos herramientas a mano que podemos utilizar. Fortalecer los músculos realizando ejercicios diariamente (solo hacen falta 10-15 minutos) hará que podamos tolerar mejor la tarea diaria y los métodos de descanso se pueden aplicar todas las veces que se necesite. Esta muy comprobada su eficacia si se practican a diario, tanto para evitar la fatiga como para detener el avance los defectos refractivos que ya están instaurados (miopía, astigmatismo, hipermetropía, presbicia).

Están basados en el método Bates (desarrollado por el oftalmólogo W.H.Bates 1860-1931) y en el yoga ocular (surgido hace mas de 5000 años en la zona de la India).

Ejercicios de tonificación ocular:
La gimnasia ocular fortalece los músculos y mantiene ágiles los ojos, y lo que inicialmente son una serie de ejercicios sencillos que debemos realizar cada día se convertirán en una nueva forma de mirar de forma natural. En eso consiste la reeducación visual.
 1- Mirada analítica: consiste en recorrer con la mirada todos los detalles en vez de pretender abarcarlo todo, dando así a los ojos una movilidad continúa. Se puede practicar con una imagen, un paisaje, un objeto…
2- Acomodación: Se trata de leer un texto mientras vamos alejando y acercando lentamente el texto a nuestros ojos. Después se hace lo mismo con el dedo índice entre los ojos, en vertical.
 3- Gimnasia directa: Mover los ojos en todas las direcciones posibles. Derecha-izquierda, arriba-abajo, en diagonales y posteriormente en círculos. Incluso cruzando la mirada. Las primeras veces puede producir un poco de mareo.
 4- Alternancia: Dirigir la mirada a un lugar oscuro, mantenerla, y desviarla a un lugar iluminado, y así sucesivamente.
 5- Balanceo: De pie, con los pies separados, se realiza un suave y lento balanceo con todo el cuerpo, de derecha a izquierda, levantando los pies. Se mantiene la mirada en un objeto cercano. Es un ejercicio muy recomendado en casos de miopía.
 6- El guiño: Permite eliminar cuerpos extraños y es una forma de automasaje. Debe apretarse al máximo al cerrar y relajarse al abrir.
7- La puerta: Situar el dedo índice a un palmo de los ojos y mirar a un punto lejano. Al cabo de un rato el dedo se desdoblará. Es un buen ejercicio para observar la diferencia entre los dos ojos.
8- Adaptación: Fijar la vista sucesivamente en un punto lejano y uno cercano. Se puede practicar con dos calendarios, uno grande en la pared y uno pequeño en la mano.
9- Ojo de pirata: Taparnos un ojo durante espacios cortos de tiempo para observar el desequilibrio entre los dos ojos y potenciarlos por separado.

Ejercicios de descanso ocular:

Palmeo: Se realiza sentado. Consiste en tapar los ojos con la palma de las manos ligeramente ahuecada, sin presionar los ojos. Con los ojos cerrados se imagina oscuridad, se inspira y al expirar se envía el aire a los ojos a través de las palmas de las manos. Lo podemos hacer todo el tiempo que queramos, siempre que sintamos los ojos fatigados.
Otras formas de descansar los ojos...
Cerrar ojos dirigiéndolos al frente y a lo lejos. Los ojos tensos y contracturados se cansan mucho, necesitan tiempo para aprender y habituarse al método.
Sentir el peso, la forma esférica, el tamaño, el pulso y la humedad de los ojos.
Masaje peri ocular:
Para eliminar tensión ocular. Desplazamos el dedo índice por encima del hueso orbicular, haciendo una ligera presión, desde la parte más cercana a la nariz hasta las sienes, por arriba y por abajo.

Espero que los consejos les sean útiles y puedan aplicarlos. Si creamos el hábito, ya no tendremos que preocuparnos por los molestos síntomas.

Amorosamente

Dra. Julia Elena Scocco. 

Médica. Oftalmología con una mirada diferente. Ayurveda y Medicina Integrativa (Nutrición, Flores de Bach, Reiki, Biodescodificación).

Turnos al +54 341 3012319. También por DrApp